El escritor, orador y humorista
estadunidense, apasionado por los buenos licores, Mark Twain, dijo un día "Demasiado
de algo es malo, pero demasiado de un buen whisky es apenas suficiente".
Es conocido que los mejores licores
se originaron en Escocia. Fundada en los muelles de Glasgow hacia 1844 por
James Whyte y Mackay Charles, la marca se fue posicionando como una de las
mejores y de más alta calidad entre los whiskys de lujo.
Un brote de phylloxera en Francia
alrededor de 1870, afecto atrozmente a la producción de brandy, esto incentivo
al consumo del whisky como bebida alternativa. La excelente calidad en su
fabricación generó que la popularidad de White & Mackay creciera.
Superando el brote de phylloxera,
sus socios deciden invertir en una planta mezcladora de whisky. Con pocos meses
en el mercado atendían pedidos de clientes ansiosos dentro de Escocia, que
también exportaban el producto.
La primera guerra mundial se
avizoraba y pese al éxito inicial, las ventas de whisky habían decaído. Mas el
blend precursor del éxito, aposto a expandir las ventas frente a esta
situación.
"Todas las cosas buenas vienen
a aquellos que esperan", esta era la filosofía sobre la que trabajaba Whyte
& Mackay. Y es así, pese a la muerte de sus fundadores, Mackay en 1919 y
Whyte en 1921, el negocio continuo.
Los años 20 acarrearon un
incremento en las exportaciones, en especial hacia Estados Unidos. En 1930 el
mercado se expandió a Nueva Zelanda y Australia, en los 60 la compañía compra
la destilería de Dalmore y en 1985 Whyte & Mackay estaba entre las cinco
marcas más reconocidas de Escocia. En la actualidad es la segunda más vendida
en el país nórdico.
Desde el inicio los dos leones
rojos son el símbolo icónico de Whyte & Mackay. Se vinculan con el Clan
MacGregor, los mismos que fueron desterrados en 1603, posterior a la batalla de
Glen Fruin contra el Clan Colquhoun. Mediante Un acta del Consejo Privado de la
época, se dicto que cualquier persona que llevara el apellido MacGregor seria
castigado con la muerte.
Muchos de los MacGregor se vieron
obligados a exiliarse, entre ellos James Whyte y Mackay Charles, se acapararon
bajo estos nombres para no ser ejecutados. Como un gesto de respeto al Clan
MacGregor, cuando se estableció la compañía en 1882, tomaron el león insignia
de la agrupación más el segundo león, añadido de la bandera escocesa y se han
mantenido orgullosamente en la etiqueta de cada botella hasta nuestros días.
Lo que hace especial a este whisky
es el proceso de triple maduración al que se somete. Al ser la única destilería
en realizar este proceso, se garantiza un sabor suave, sedoso y refinado.
Este proceso de triple maduración
garantiza un carácter distintivo al licor. Whiskies de grano y malta se maduran
a lo ancho de Escocia, hasta que el maestro destilador o maestro mezclador
considera que esta en su punto para ser utilizados.
Es aquí donde ocurre el primer
casamiento del whisky, 35 de ellos son cuidadosamente seleccionados de una sola
malta o “single malts” y se juntan en barricas de Jerez. Seis whiskies de un
solo grano se mezclan y hacen el blend con las maltas para madurarse y ocurre
el segundo casamiento del whisky.
Whyte & Mackay es un whisky de
doble casamiento. De seis a nueve meses es el tiempo de maduración en barricas
de Jerez, esto le da un sabor perfecto, suave y balanceado en todas sus
presentaciones.
El complicado desarrollo de
producir un whisky perfecto solo se logra de la mano de un maestro mezclador.
Este último es la máxima autoridad en la elaboración de un licor de calidad y
está presente en el proceso de maduración, manteniendo la calidad, confirmando
que sean liberados y embotellados en su punto ideal.
Richard Patterson es el virtuoso
mezclador de Whyte & Mackay, tiene más de 40 años de experiencia en la
industria del whisky y es la tercera generación de destiladores después de su
padre y abuelo. Empezó su carrera como asistente de
producción general en la compañía A. Giles Mezcladores de Whisky & Brokers,
aprendió el arte de mezclar y poco a poco su nombre fue sonando en la
industria.
Poseedor de un talento nato para
olfatear el whisky, es capaz de reconocer cada capa de sabor, aroma y
profundidad. En la actualidad, es uno de los maestros mezcladores más
reconocidos a nivel mundial.
Ha recorrido todo el globo como embajador de Whyte & Mackay y le han otorgados premios como "El Espíritu de Escocia" en la competencia Internacional de vinos y Espirituosos (IWSC International Wine & Spirits Competition).Además, es un maestro diplomado para el Fondo de Educación de Vinos y Espirituosos en Londres y en 2008 publicó su libro Goodness Nose.
Pablo Ordóñez
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