De los paraísos que Dios creo en la tierra, Frégate es un ejemplo de cómo coexistir entre lo terrenal y lo divino. Compuesta de una exuberante flora y fauna, es imposible resistirse a los placeres que ofrece esta paradisiaca isla, situada en el centro del océano índico.
Durante cientos de años, Frégate
permaneció fuera del alcance del ser humano, esto contribuyó a la conservación
de la naturaleza virgen de la isla. Por lo general, era visitada
esporádicamente por piratas, que se refugiaban después de sus viajes de saqueos
y asaltos.
El explorador francés, Lazare
Picault exploró la isla en 1774 y consideró que era una excelente opción para
la colonización y la agricultura. La llegada del hombre en el siglo XVII, puso
en peligro la conservación natural del paisaje, el impacto fue inmediato y el
delicado equilibrio que la naturaleza creó se vio afectado por el manejo
descuidado de los primeros pobladores.
El hermoso jardín del edén, se vio
amenazado por Roedores, insectos, felinos, y otras especies invasoras; el
programa Frégate Isla Ecológica ha reparado el daño desde hace una década, es
un ejemplo de cómo el hombre puede convivir y contribuir a la naturaleza.
En un inicio el programa se centró
en la rehabilitación del terreno, el suelo y la flora. Indispensable para el
restablecimiento del paisaje, se empezó con un programa de recuperación global,
que se enfocó en restaurar las poblaciones de especies nativas del lugar.
El poder de combinar los lujos más
esquivos. Espacio, aislamiento, seguridad y tranquilidad, en medio de la
naturaleza es única de Frégate. El proyecto Isla Frégate, es un concepto que
busca fortalecer los estándares, en el turismo de lujo de un refugio natural.
Este paraíso cuenta con 16 villas
privadas y una villa presidencial, el selecto grupo de invitados garantiza que
la isla siga siendo exclusiva para el uso de los clientes.
Cada villa está construida de
madera caoba nativa y madera africana. Una hermosa vista al mar, terraza con
sofá, cama y jacuzzi en el exterior. La arquitectura interior es simple y
elegante, Suelos de mármol y techos remontados en madera merbou, refleja la
diversa arquitectura colonial.
La isla Frégate creó el servicio de
mayordomo personalizado, es decir, cada villa cuenta con un mayordomo que
brinda un servicio único a cualquier hora y en cualquier momento. La
gastronomía del lugar es exquisita, además, se fortalece la relación entre los
menús de los restaurantes y los productos de la cosecha propia de la isla.
La isla Frégate tiene una gran
variedad de actividades para sus huéspedes, desde una boutique exclusiva, con
la firma de ropa Frégate y joyas de lujo hechas a mano, hasta un museo en donde
se puede conocer sobre el fascinante patrimonio marítimo del océano índico.
También cuenta con una biblioteca que
alberga una gran colección de libros en diferentes idiomas, incluyendo el
inglés, francés y ruso. Además, tiene una amplia colección de las últimas
revistas y publicaciones más importantes a nivel mundial.
Después de un día intenso en el
agua, el lugar perfecto para relajarse es el yacht club de la isla Frégate.
Ubicado en la meseta inferior de la misma, el lugar ofrece variedad de licores
y eventos de barbacoa bajo pedido.
En el mismo lugar se encuentra
ubicado el centro de buceo, la tranquila laguna y el agua poco profunda del mar,
brindan la seguridad para los excursionistas acuáticos y principiantes
submarinistas.
Para los más pequeños, Castaway
Clubhouse es el sitio ideal en la isla. El lugar mantiene entretenido a los
niños con una diversidad de juegos, libros y CDs. En navidad y pascua se
realizan actividades de integración entre los infantes, exploraciones, viajes
alrededor del océano en un ambiente protegido y seguro.
Un paisaje idílico, agua
cristalina, arena blanca y una exquisita oferta culinaria, acompañada de un
clima espectacular hacen de esta isla un destino de lujo, exclusivo e
imperdible.
Pablo Ordóñez
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