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Mostrando entradas de junio, 2017

Mi ebriedad ya no te pertenece.

Llego a la madrugada, dos o tres de la mañana, nunca es demasiado alcohol para una noche que necesitas no pensar, me baño, el agua me emboba más. Tus palabras no dejan de rondar mi cabeza: te amo, te extraño, me importas. ¡Patrañas! Viles mentiras. Quiero que el agua de la ducha sea alcohol, quiero perder la conciencia. ¿Qué no soy tu segunda opción? Hoy quedó demostrado lo contrario. ¿Cómo pude llegar a este punto?, ¿En qué momento bajé la guardia?, ¿Cómo permití que me destruyas?, ¿Cómo una persona puede proclamar amarte y causarte tanto dolor? ¿Cómo alguien puede destruirte por completo sin remordimiento ni piedad? ¿Cómo pude enamorarme de una persona así?. Muchas preguntas, me faltó emborracharme más, lloro como un niño. Algo sucede, las luces se prenden y apagan, se apagaron por completo, no me importa, estoy tendido en la cama sin ganas de nada. ¿Estaré muriendo? Siento ruidos extraños, mi perro ladra. Eventos extraños están sucediendo. En la oscuridad de mi cuarto sie

Cumbayá Hot City

-           Ella: Pensé que te habías arrepentido. -           Yo: Casi… Sonríe, bebe un coñac, sus ojos verdes me miran fijamente, se muerde los labios, se pone seria, mira a su alrededor, ante todo es una dama. -           Ella: Ordené un helado y una Coca Cola bien fría para ti. -           Yo: (Qué bien me conoces) Gracias. Llamo al mesero, también necesito un trago, ordeno un whisky en las rocas. Tengo ganas de salir corriendo. De pronto, siento su delicado pie escalar lentamente por mi pierna. -           Ella: ¿Has dejado de jugar fútbol? -           Yo: Un poco… Nos quedamos en silencio, me mira con malicia pura, su boca es un placer prohibido, el deseo me invade, me arrimo rápidamente a ella, la beso, es un manjar, disfruto de sus labios como si fuera la última vez. -           Yo: Vámonos de aquí… -           Ella: Si, te lo ruego… Estamos a pocas cuadras de su Pent-house en Cumbayá, su mano desabrocha mi bragueta, arranca los botones