Llego a la madrugada, dos o tres de la mañana, nunca es demasiado alcohol para una noche que necesitas no pensar, me baño, el agua me emboba más. Tus palabras no dejan de rondar mi cabeza: te amo, te extraño, me importas. ¡Patrañas! Viles mentiras. Quiero que el agua de la ducha sea alcohol, quiero perder la conciencia. ¿Qué no soy tu segunda opción? Hoy quedó demostrado lo contrario. ¿Cómo pude llegar a este punto?, ¿En qué momento bajé la guardia?, ¿Cómo permití que me destruyas?, ¿Cómo una persona puede proclamar amarte y causarte tanto dolor? ¿Cómo alguien puede destruirte por completo sin remordimiento ni piedad? ¿Cómo pude enamorarme de una persona así?. Muchas preguntas, me faltó emborracharme más, lloro como un niño. Algo sucede, las luces se prenden y apagan, se apagaron por completo, no me importa, estoy tendido en la cama sin ganas de nada. ¿Estaré muriendo? Siento ruidos extraños, mi perro ladra. Eventos extraños están sucediendo. En la oscuridad de mi cuarto sie