Las películas de ciencia ficción
siempre han cautivado por la tecnología futurista que presentan y sobre todo,
por los beneficios que obtendríamos en nuestro diario vivir si las tuviésemos.
Sin embargo, en la actualidad contamos
con varias herramientas tecnológicas que prometen una revolución sin
precedentes en varios ámbitos de la sociedad.
La impresión en 3D es uno de los
adelantos tecnológicos que han dado de que hablar en los últimos días. La
medicina ha sido uno de los campos en donde se han presentado los primeros
beneficios, es así que, varios implantes ya se crearon y han funcionado a la
perfección, sobre todo en piezas odontológicas.
Pero, ¿Qué es la impresión 3D?
Se trata de la creación de piezas
volumétricas a partir de un diseño generado por un computador. Es decir,
permite crear figuras concretas como por ejemplo zapatos, figuras de plástico,
etc. Esto en sus funciones más básicas.
En un modo más complejo, una
impresora 3D es capaz de replicar una estructura completa en cuestión de horas.
¿Suena a ciencia ficción?, así es, pero es real y ya sucedió. En China, la
empresa Winsun usó una mezcla de cemento con fibra de cristal para crear los
bloques de una vivienda más ecológica,
más sólida y sobre todo, como explica su creador, Ma Yihe, más barata que una
construcción normal.
Las máquinas que utilizan pueden
fabricar hasta diez casas de 200 metros cuadrados en un sólo día. Los
compradores sólo tienen que elegir el diseño que más les guste o que mejor se
ajuste al presupuesto que tienen y su nuevo hogar estará listo para la mañana
siguiente.
Esta empresa china incluso quiere
abaratar más el proceso usando para su mezcla materiales de desecho y residuos
de las minas. Una propuesta urbanística que, de entrada, va a obligar a que se
cambie en los diccionarios el concepto que tenemos de casa.
Cabe destacar que los usos que las
personas han dado a esta tecnología no siempre han sido nobles. En Japón, un
joven fue detenido tras descargar componentes para fabricar armas y crear
varias mediante la impresión 3D. Las autoridades tras realizar las pruebas
respectivas a este tipo de armas, concluyeron que son letales y pueden
comprometer a la seguridad de los ciudadanos.
Además, existen tres tipos de
impresoras en tercera dimensión. Una es aquella diseñada para el hogar de uso
doméstico, otra es de tipo profesional y por último de carácter industrial.
Así también, el precio por el cual
se puede acceder a una impresora 3D de uso doméstico oscila los 2 mil dólares,
mientras que la más costosa puede alcanzar 1 millón de dólares.
Sin duda alguna, nos encontramos
ante una puerta misteriosa que generará una gama de beneficios para los seres
humanos sin precedentes, pero, de igual manera conlleva una responsabilidad por
el uso de la misma y el propósito que le demos.
Pablo Ordóñez
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